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La muerte súbita es la aparición repentina e inesperada de una parada cardiaca en una persona que se encuentra, aparentemente, en buen estado y sana.

Algunos especialistas la definen como el fallecimiento que se produce en la primera hora desde el inicio de los síntomas o el fallecimiento inesperado de una persona aparentemente sana y que se encontraba bien en las últimas 24 horas.

La muerte súbita cardiaca afecta a unas 30.000 personas al año en España, unas 10 veces más que los fallecidos por accidente de tráfico.

Las causas frecuentes de muerte súbita cardiaca

Como causas más frecuentes de muerte súbita cardiaca se señalan patologías de las arterias coronarias, enfermedades miocárdicas, y enfermedades valvulares y del sistema de conducción. Pero la investigación científica en Cardiología Molecular está evidenciando descubrimientos de alteraciones moleculares y genéticas que influyen e intervienen en la génesis de las enfermedades cardiovasculares en general y que provocan muerte súbita en particular.   

Doctores especializados destacan la influencia de los factores genéticos en las arritmias familiares que producen muerte súbita con corazones estructuralmente normales. Entre esas arritmias familiares de base genética por alteración molecular y que pueden debutar con muerte súbita, los expertos destacan el Síndrome de QT Largo, el Síndrome de Brugada, la Fibrilación ventricular idiomática familiar y la Taquicardia ventricular polimórfica catecolaminérgica. 

El Síndrome de QT Largo

El síndrome de QT Largo es una enfermedad de la repolarización cardiaca, que se caracteriza por la aparición de arritmias ventriculares malignas, episodios de síncope y muerte súbita por taquicardia ventricular.

Puede ser hereditario, esporádico o adquirido. El hereditario se produce por mutaciones en los genes que codifican los canales iónicos de la membrana celular. La taquirritmia asociada al Síndrome de QT Largo con frecuencia es desencadenada por el ejercicio o una emoción intensa.  

El Síndrome de Brugada

Descrito en 1992 por los doctores Pedro y Josep Brugada, se trata de una enfermedad hereditaria con patrón autonómico dominante, que se caracteriza por episodios de síncope y muerte súbita en corazones estructuralmente normales. En el 60% de los pacientes diagnosticados existen antecedentes de muerte súbita en la familia 

La Taquicardia ventricular polimórfica catecolaminérgica

Se trata de una arritmia de base genética caracterizada por taquicardia ventricular bidireccional inducida por el stress físico y emocional, que afecta a niños y adolescentes, y que puede degenerar en parada cardiaca y muerte súbita.  

¿La muerte súbita tiene síntomas?

Las víctimas de muerte súbita tienen una pérdida brusca y completa del conocimiento, no responden a ningún estímulo.

Por lo general, no muestran síntomas previos, pero sí hay síntomas que pueden ayudar a identificarla, como son:

  • Pérdida de conocimiento
  • Ausencia de respuesta ante estímulos
  • Parada respiratoria
  • Pérdida del tono habitual de la piel (se torna azul violáceo)

¿Se puede prevenir la muerte súbita?

Como hemos mencionado anteriormente, la muerte súbita cardiaca se produce en personas aparentemente sanas, por lo que su prevención es difícil.

Los expertos si recomiendan que, aquellas personas con antecedentes familiares de muerte súbita cardiaca, realicen una revisión cardiológica periódica.

Tratamiento y pronóstico de la muerte súbita

Una de las claves en la muerte súbita es la rápida atención. Si la persona no recibe atención médica puede fallecer en solo unos minutos.

Para evitarlo es clave comenzar con la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y hacer uso de un desfibrilador. Este último administra al corazón una descarga eléctrica controlada que ‘reinicia’ la actividad del corazón para que pueda recuperar su actividad normal.

Por lo tanto, el pronóstico de las personas que sufren una muerte súbita va a depender del tiempo que transcurra entre el paro cardiaco y la aplicación de la descarga eléctrica con un desfibrilador.

Los estudios han demostrado que por cada minuto que se tarda en atender a una persona que sufre una muerte súbita, existe un 10% menos de prosibilidades de que se recupere.

De ahí la importancia de comenzar con la RCP, hasta que otra persona traiga el desfibrilador del lugar en el que se encuentra ubicado.

¿Qué debes hacer si presencias que una persona sufre una muerte súbita?

Si estás con una persona o en un lugar donde una persona acaba de sufrir una muerte súbita cardíaca debes seguir estos pasos:

1. Solicita atención médica llamando al 112. Explica que la persona está sufriendo una parada cardiaca.

2. Comprobar el estado de la persona. Mueve su hombro para ver si reacciona o tiene algún tipo de respuesta. También debes comprobar si respira o no.

3. Si no respira, empieza la técnica de reanimación cardiopulmonar (RCP).

4. Utiliza un Desfibrilador si hay en la zona en la que se ha producido el paro cardiaco.

5. Continúa con la RCP hasta que lleguen los servicios de emergencia si no ha recobrado el conocimiento.

¿Cómo se realiza la RCP o reanimación cardiopulmonar?

Es una técnica muy conocida y eficaz si se realiza correctamente. Para ello debes:

  • Busca una superficie plana y seca para colocar a la persona boca arriba.
  • Poner ambas manos en el centro del esternón de la persona.
  • Hacer compresiones hacia abajo con los brazos extendidos en ángulo recto respuesto al cuerpo de la persona afectada.
  • Comprime el esternón hacia abajo unos 4-5 cm, con una frecuencia de 100 veces por minuto. Las compresiones deben ser rítmicas y regulares (sin interrupciones o las mínimas posibles).
  • Tras 30 compresiones, realiza 2 insuflaciones boca a boca.
  • Continúa hasta que llegue la asistencia médica o el desfibrilador.